Ya no estoy para juegos de niños, voy a cumplir 20 y se siente tanta responsabilidad, tanto que hacer, tanto que probarme. El ser capaz de hacer realidad todo lo que un día me prometí, a mis quince años, y una de ellas seria vivir una vida feliz. Soy feliz, con Dios siempre. Pero feliz emocionalmente me falta demasiado, y tengo miedo, miedo de no cumplirle esa promesa a esa pequeña adolescente que siempre confió en mi, y ahora se pregunta pues qué ha pasado.
No lo sé me respondo, pues nada ha pasado para debatirlo en mi, aunque si lo intentara podría pasar lo que quisiera, pero el miedo siempre esta presente y diablos! siempre se trata de lo mismo en esta historia y estoy tan harta de esto, de mi, de todo en mi, de no creerme que todo estará bien en un momento y que no siempre viviré en lo mismo. Y ahora leyendo esto me doy cuenta lo que necesito ~ fix a heart ~ curar un corazón y el médico seré yo. Pues ya basta de recriminarme los por qués de todo lo que he tenido que pasar, todo lo que he callado para evitar dolor -y sigo callando-.
Tengo tantas ganas de sentirme fuerte ante el tema, como si nada pudiera derribarme y ser un pilar con grandes cadenas de acero aunque quizás mi estabilidad es un punto de quiebre seguro, pero si sigo aquí, escribiendo mi vida en este pequeño y secreto blog aún, no estará todo perdido, me daré cuenta en unos meses más que todo esto estaba por terminar.