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Tus bellos ojos color miel se detuvieron, ellos miraron mi dulce vestido y como me hacía lucir. Tengo que decir que nunca me había sentido tan hermosa, ante tus ojos yo era una musa, mas me recriminé por no llevar ese labial que resaltaba mi sonrisa, porque de una u otra forma, no podía dejar de sonreírte.
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Aun no estoy lista, me faltan pensamientos que elaborar. Presiento que será un camino arduo, es difícil hacer latir a un corazón cuando ya no existe la electricidad, el dolor, el abismo.
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Salí a flote con una gran sonrisa, esperando tu sonrisa devuelta, haciéndonos creer que nada había pasado, que ahora tan solo eramos recuerdos de una noche de luna llena.
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Antonia sólo quería decir lo que Geery ha querido escribir, sin coherencia, sin rumbo, solo palabras de una gran imaginación.
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Pedacitos de corazón